Me encanta hablar sobre la nostalgia, el "echar de menos" y la añoranza. Saber que cuando todo va mal, alguien en otra parte, lejos de ti desea con todas sus fuerzas que tu sigas adelante. Que cuando todo se tuerce piensas en momentos,
momentos buenos y otros no tanto que te hacen sonreir aun que sea por una milésima de segundo. Esa ligera elevación de tu boca te recuerda que los problemas son parte de nuestras vidas y que hay personas que se duermen pensando en como estarás. Levantarte por las mañanas sabiendo con certeza que hay alguien que ha pensado en ti, que te ha recordado, que te ha extrañado. Yo tengo muchas personas lejos de mí, demasiadas diria yo y me acuerdo de ellas. Día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto. Porque están aqui, a mi lado aun que yo no las pueda ver con mis propios ojos. Y es mejor no perder esa costumbre, porque como decía Rousseau: "Desear no es querer. Se desea lo que se sabe que no dura. Se quiere lo que se sabe que es eterno."